El 27 de
julio de 1750, el Papa Benedicto XIV concedió para España el Oficio y Misa de
la Aparición de Santiago en Clavijo. De esa forma, la Iglesia hizo el
reconocimiento oficial y solemne de la tradición histórica de la batalla de
Clavijo. Esto no quiere decir que antes no se celebrara, sino que en esa fecha
la Iglesia consagró la fiesta de forma definitiva.
La secta conciliar eliminó del calendario litúrgico la fiesta de
La Aparición del Apóstol Santiago en la Batalla de Clavijo, que se celebra el
23 de mayo.
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