Memoria de la Bienaventurada Virgen María, Reina, que engendró al Hijo de Dios, Príncipe de la paz, cuyo reino no tendrá fin, y que es saludada por el pueblo cristiano como Reina del cielo y Madre de misericordia.
Oración: Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Unigénito, concédenos que, protegidos por su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el Reino de los Cielos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).
- En Roma, santa Petronila, Virgen, hija del Apóstol san Pedro, la cual, desdeñando el enlace con el noble varón Flaco, y aceptando para deliberar el plazo de tres días, en que se dio a la oración y al ayuno, al tercer día, apenas recibió el Sacramento de Cristo, expiró.
- En Aquilea, los santos Mártires Cancio, Canciano y Cancianila, hermanos; los cuales, siendo de la ilustre estirpe de los Anicios, imperando Diocleciano y Maximiano, por su constancia en la fe cristiana, juntamente con su ayo Proto, fueron decapitados.
- En Torres de Cerdeña, san Crescenciano, Mártir.
- En Comana del Ponto, san Hérmias, soldado, que en el imperio de Antonino, saliendo victorioso, por el divino favor, de innumerables y atroces torturas, convirtió el verdugo a Cristo y le hizo partícipe de la misma corona del martirio, que él recibió primero, siendo degollado.
- En Verona, san Lupicino, Obispo.
- En Roma, san Pascasio, Diácono y Confesor, de quien hace mención san Gregorio Papa.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
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