(165 D.C.) - San Aniceto
ascendió a la Cátedra de San Pedro hacia el fin del reinado del emperador
Antonino Pío. El Martirologio Romano y otros le ponen en el número de los
mártires. En realidad no murió en defensa de la fe católica, pero merece el
título de mártir por las pruebas que debió sufrir. Parece que combatió
especialmente los errores de Valentino y Marción y luchó por evitar que la
herejía contaminase a su grey.
Durante el pontificado
de San Aniceto, San Policarpo, el famoso obispo de Esmirna, fue a Roma a tratar
la cuestión de la fecha de la celebración de la Pascua. Los dos santos no
pudieron llegar a un acuerdo; pero, como dice Eusebio, "no se rompieron
los lazos de la caridad". Según la tradición, San Aniceto era originario
de Siria.
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