SAN ALEPIO
Obispo de Tagaste
Cuando nuestra oración no es escuchada es
porque pedimos aut mali, aut male, aut mala.
Mali, porque somos malos y no estamos bien dispuestos
para la petición. Male, porque pedimos mal, con poca
fe o sin perseverancia, o con poca humildad.
Mala, porque pedimos cosas malas, o van a resultar,
por alguna razón, no convenientes para nosotros.
(San Agustín: La ciudad de Dios, 20, 22)
San Alepio, obispo de Tagaste. Estudió gramática y retórica en Cartago teniendo por maestro a San Agustín. Convertido por el santo doctor a la fe católica, no se separó de él, ayudándole en sus tareas episcopales y en la lucha contra los maniqueos. En 392 visitó los Santos Lugares, y al volver fue consagrado obispo de Tagaste, 430.
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