SAN TIBURCIO,
Mártir
Digo a las personas no casadas y viudas: bueno les
es si así permanecen, como también permanezco yo.
(1 Corintias, 7, 8).
Tiburcio fue convertido con Cromacio, su padre. Intimado por el juez Fabiano a sacrificar a los ídolos o a caminar con los pies descalzos sobre carbones encendidos, hizo él la señal de la cruz, y, pisando las brasas: "Aprende -dijo al juez- que el Dios de los cristianos es el solo Dios verdadero. Estos carbones inflamados me parecen flores". Fabiano, atribuyendo este prodigio a la magia, lo hizo decapitar.
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