SAN ARSACIO,
Confesor
Si ante el recuerdo desconsolador de
tus muchos pecados y de la severidad
de Dios, te sientes ir hacia el abismo del
desaliento o de la desesperación,
lánzale una mirada a la estrella,
e invoca a la Madre de Dios.
(San Bernardo).
San Arsacio, era soldado en el ejército del emperador Licinio. Abandonó la milicia y se retiró al desierto, donde hizo muchos años vida anacorética. Nicomedia, 358.
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