COMUNICADO DE LOS MISIONEROS DEL SANTÍSIMO ROSARIO:
Queridos fieles:
Todos están al corriente de la difícil situación que se ha originado con la propagación, desde China, de la epidemia llamada "coronavirus".
Situación difícil para la salud corporal de todos nosotros, pero a su vez difícil para la salud espiritual de las almas, que en el momento de mayor necesidad, hay disposiciones legales civiles y penales a nivel internacional, nacional y provincial, que restringen la Celebración pública del Santo Sacrificio de la Misa y el administrar los Santos Sacramentos.
Nosotros, los Misioneros del Santísimo Rosario, Sacerdotes Católicos Apostólicos Romanos que propagamos y defendemos la Sagrada Tradición, hemos tomado la decisión, por tener una mirada sobrenatural de fe y por nuestra obligación grave que hemos contraído por el Sacramento del Orden Sagrado; que no negaremos la Santa Misa y demás Sacramentos a los que libres y espontáneamente lo soliciten; confiamos en los planes Providentes de Dios y en la poderosa intercesión de la Bienaventurada y Siempre Virgen María, Madre de Dios y Madre Nuestra. Sabemos que naturalmente hablando todos tenemos riesgo de contagio en cualquier lugar, pero es prudencial que pongamos los medios a nuestro alcance:
1- En el Orden Sobrenatural: rezando diariamente el Santo Rosario, viviendo en gracia de Dios, confesando y comulgando y realizando toda clase de oraciones acompañada de la penitencia, según las fuerzas de cada uno.
2- En el Orden Natural: procuraremos una limpieza profunda de la Capilla y el Convento utilizando los desinfectantes que sean necesarios, como también "ACONSEJAMOS QUE AQUELLOS QUE ESTÉN ENFERMOS Y NO GOCEN POR LO TANTO DE BUENA SALUD, QUE NO ASISTAN".
Queremos dejar en claro, para tranquilidad de conciencia, que "SI ALGUNO POR CUALQUIER CAUSA RAZONABLE SE SIENTE IMPEDIDO DE ASISTIR A LA MISA DOMINICAL Y DEMÁS PRECEPTOS, DEBIDO A LA SITUACIÓN GRAVE QUE VIVIMOS, NO PECA MORTALMENTE", pero sí tiene la obligación de Santificar el Domingo y Fiestas de Precepto: rezando el Santo Rosario, si es posible en familia, leyendo los textos de la Misa correspondiente, meditando el Evangelio y la Epístola; y sugerimos escuchar los audios que les mandemos, como el Sermón dominical y otras reflexiones piadosas.
A los que asistan voluntariamente, llegar al horario señalado y partir inmediatamente al terminar la ceremonia religiosa, sin detenerse en la entrada de la Iglesia.
Si en el día domingo no pudieron recibir el Sacramento de la Penitencia, los que voluntariamente así lo desean y necesitan, pueden concertar una cita con el Sacerdote a través del Celular, como también por cualquier necesidad espiritual grave.
ACLARAMOS: "que la Confesión se realiza en el confesionario y divide al penitente del confesor rejilla y cortina".
"NO SE PUEDE ASISTIR PARA CHARLAS PROLONGADAS, NI PARA VISITAS SOCIALES, NI TAMPOCO INGRESAR EN EL CONVENTO".
Esperando compresión de parte de nuestros fieles y allegados, esperamos que respeten las disposiciones prudenciales en tiempos anormales. Que la Santísima Virgen nos Auxilie con su Santo Rosario y nos consiga del Sagrado Corazón de su divino Hijo, a través del uso del detente (que recomendamos insistentemente que lo usen en sus casas, vehículos y de manera especial personalmente) la gracia de ser libres de la peste del pecado mortal, de la condenación eterna y también por su misericordia de las pestes corporales.
¡AVE MARIA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA!
Padre Ariel Jesús Damin (Superior General).
Padre Alberto Antonio Martínez (Vicario).
Dado el 21 de Marzo de 2020, día de San Benito Abad,
Sábado de la Tercera Semana de Cuaresma.
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