jueves, 26 de diciembre de 2019

26 de Diciembre: SAN ESTEBAN, PROTOMÁRTIR



SAN ESTEBAN
Protomártir

† Lapidado hacia el año 33

Patrono de diáconos. Protector contra los dolores de cabeza.

Esteban, lleno de gracia y de fortaleza, obraba grandes prodigios y milagros entre el pueblo. (Hechos de los Apóstoles 6, 8)

+ En Jerusalén, el triunfo de san Esteban Protomártir, que no mucho después de la Ascensión del Señor fue apedreado por los Judíos.

+ En Roma, san Marino, del orden Senatorial, el cual, siendo Emperador Numeriano y Prefecto Marciano, preso por causa de la religión Cristiana, fue primero, como si fuese esclavo, puesto a cuestión de tormento en el ecúleo y desgarrado con uñas de hierro; luego echado en una sartén; pero, convertido el fuego en rocío y saliendo él sin lesión, fue expuesto a las fieras, que tampoco le hicieron daño; finalmente, conducido de nuevo al gentílico altar, y rodando por tierra los ídolos a su oración, pasado a cuchillo, consiguió el triunfo del martirio.

+ Allí mismo, en la vía Apia, el tránsito de san Dionisio, Papa, el cual, habiendo pasado muchos trabajos por la Iglesia, resplandeció con insignes testimonios de fe.

+ En Roma también, san Zósimo, Papa y Confesor.

+ En Mesopotamia, san Arquelao, Obispo, célebre en santidad y doctrina.

+ En Mayuma de Palestina, san Zenón, Obispo.

+ En Roma, san Teodoro, Mansionario de la Iglesia de san Pedro, de quien hacer mención san Gregorio Papa.

+ Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.

SAN ESTEBAN
Protomártir

San Esteban, primer diácono elegido por los Apóstoles para la distribución de las limosnas entre los fieles, fue también el primer mártir de Jesucristo: ¡qué gloria! Reprochó vivamente a los judíos el que hubieran echado mano a traición y dado muerte al Justo, al Mesías prometido, y lo confesó magníficamente ante Caifás y el gran Consejo. Hasta vio que los cielos se abrían y a Jesús a la diestra del Padre. Llenos de furor, los judíos lo arrastraron fuera y lo lapidaron mientras Esteban, de rodillas, pedía a Dios que los perdonase. ¡Saulo, el futuro gran San Pablo, tenía sus vestiduras!

MEDITACIÓN SOBRE LA MUERTE DE SAN ESTEBAN

I. San Esteban se declara abiertamente discípulo de Jesucristo. No teme la muerte porque está lleno de gracia y de fortaleza; y esta gracia y esta fortaleza le vienen de su fe. La vista del cielo, que se abrió ante sus ojos, lo hace insensible a los tormentos. Si tuviese yo un poco de fe, si de tiempo en tiempo considerase la corona que Dios me prepara en el cielo, ¿qué temería aquí en la tierra? ¿qué amaría fuera de Vos, oh mi dulce Jesús?

II. Soporta valerosamente la muerte y, al morir, ruega por los que lo apedrean. Sufre tú por Jesús las persecuciones y la muerte, si es necesario. Nada podrías hacer por Él de lo cual no te haya dado ejemplo; pero sufre orando por los que te persiguen. ¿Sabes por qué San Esteban perdona tan fácilmente a sus enemigos? Porque la crueldad de ellos prepara su triunfo. ¿Cómo quieres que se irrite contra aquellos que le abren la puerta del cielo? (San Eusebio).

III. Los Hechos de los Apóstoles dicen, al referir la muerte de este santo, que se durmió en el Señor. Su muerte fue, pues, semejante a un dulce sueño: fue, en efecto, el término de todos sus trabajos y el comienzo de su reposo. Señor, concededme la gracia de morir con la muerte de los santos, con esta muerte tan preciosa ante vuestros ojos. Alma mía, vivamos, suframos, trabajemos, como los santos, y moriremos con la muerte de los santos. ¡Que muera yo con la muerte de los justos!

La caridad.

Orad por vuestros enemigos.

ORACIÓN

Señor, concedednos la gracia de imitar a aquellos a quienes honramos, a fin de que aprendamos a amar a nuestros enemigos, pues celebramos el nacimiento al cielo del que oró a Jesucristo Nuestro Señor por sus mismos verdugos.
Por J. C. N. S.

Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo IV, Patron Saints Index.

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