12 de septiembre
DULCE NOMBRE DE MARÍA
DOBLE MAYOR, blanco. Gloria, Prefacio de la Virgen.
El hecho de que la Santísima Virgen lleve el nombre de María es el motivo de esta festividad, instituida con el objeto de que los fieles encomienden a Dios, a través de la intercesión de la Santa Madre, las necesidades de la iglesia, le den gracias por su omnipotente protección y sus innumerables beneficios, en especial los que reciben por las gracias y la mediación de la Virgen María. Por primera vez, se autorizó la celebración de esta fiesta en 1513, en la ciudad española de Cuenca; desde ahí se extendió por toda España y en 1683, el Papa Inocencio XI la admitió en la iglesia de occidente como una acción de gracias por el levantamiento del sitio a Viena y la derrota de los turcos por las fuerzas de Juan Sobieski, rey de Polonia.
Muchas interpretaciones se dan al nombre de María, San Alberto Magno establece cuatro: Iluminadora, Estrella del mar, Mar amargo, Señora.
INTROITO Sal 44, 13.15. 16. 2
VULTUM TUUM deprecabúntur omnes dívites plebis: adducéntur Regi vírgines post eam: próximæ ejus adducéntur tibi in lætítia et exsultatióne. V/. Eructávit cor meum verbum bonum: dico ego ópera mea Regi. V/. Glória Patri. | TODOS los poderosos de la tierra imploraran tu favor; serán presentadas al Rey las vírgenes que han de formar el sequito de ella; ante su presencia serán conducidas sus compañeras con fiestas y regocijos. V/. Hirviendo está el pecho mío en sublimes pensamientos; al Rey consagro yo mis obras. V/. Gloria al Padre. |
ORÁCIÓN
CONCÉDE, quǽsumus, omnipótens Deus: ut fidéles tui, qui sub sanctíssimæ Vírginis Maríæ Nómine et protectióne lætántur; ejus pia intercessióne, a cunctis malis liberéntur in terris, et ad gáudia ætérna perveníre mereántur in cælis. Per Dóminum. | TE SUPLICAMOS nos concedas, omnipotente Dios, que tus fieles que se glorían en el Nombre y con la protección de la santísima Virgen María; por su piadosa intercesión, se vean libres de todos los males de la tierra, y merezcan llegar a los goces eternos en el cielo. Por Nuestro Señor Jesucristo. |
EPÍSTOLA Eclo 24, 23-31
LÉCTIO LIBRI SAPIÉNTIÆ. Ego quasi vitis fructificávi suavitátem odóris: et flores mei, fructus honóris et honestátis. Ego mater pulchræ dilectiónis, et timóris, et agnitiónis, et sanctæ spei. In me grátia omnis viæ et veritátis: in me omnes spes vitæ et virtútis. Transíte ad me omnes qui concupíscitis me, et a generatiónibus meis implémini. Spíritus enim meus super mel dulcis, et heréditas mea super mel et favum. Memória mea in generatiónes sæculórum. Qui edunt me, adhuc esúrient: et qui bibunt me, adhuc sítient. Qui audit me, non confundétur: et qui operántur in me, non peccábunt. Qui elúcidant me, vitam ætérnam habébunt. | LECTURA DEL LIBRO DE LA SABIDURÍA. He dado, como la vid, graciosos retoños y mis flores han dado frutos de gloria y de riqueza. Yo soy la madre del amor puro, del temor, de la ciencia y de la santa esperanza. En mí se halla toda la gracia de la doctrina y de la verdad, toda la esperanza de la vida y de la virtud. Venid a mí los que deseáis y hartaos de mis frutos, porque pensar en mí es más dulce que la miel y poseerme, más que el panal de miel. Mi memoria vivirá de generación en generación. Los que me coman tendrán aún hambre, y quienes me beban tendrán aún sed. El que me escucha no sufrirá decepción y los que obran por mí, no pecarán. Los que me dan a conocer, tendrán la vida eterna. |
GRADUAL
BENEDÍCTA et venerábilis es, Virgo Maria: quæ sine tactu pudóris invénta es Mater Salvatóris. V/. Virgo, Dei Génetrix, quem totus non capit orbis, in tua se clausit víscera factus homo. | BENDITA y venerable eres, Virgen María; que sin menoscabo de tu virginidad, eres Madre del Salvador. V/. Virgen Madre de Dios, el que no cabe en todo el orbe, se ha encerrado haciéndose hombre en tu seno. |
ALELUYA
ALLELÚJA, allelúja. V/. Post partum Virgo invioláta permansísti: Dei Génitrix, intercéde pro nobis. Allelúja. | ALELUYA, aleluya. V/. Después del parto, oh Virgen, permaneciste pura: Madre de Dios, intercede por nosotros.. Aleluya. |
EVANGELIO Lc 1, 26-38
SEQUÉNTIA SANCTI EVANGÉLII SECÚNDUM LUCAM In illo témpore: Missus est Angelus Gábriel a Deo in civitátem Galilǽæ, cui nomen Názereth, ad Vírginem desponsátam viro, cui nomen erat Joseph, de domo David, et nomen Vírginis María. Et ingréssus Angelus ad eam, dixit: «Ave grátia plena: Dóminus tecum: benedícta tu in muliéribus.» Quæ cum audísset, turbáta est in sermóne ejus: et cogitábat qualis esset ista salutátio. Et ait Angelus ei: «Ne tímeas, María, invenísti enim grátiam apud Deum: ecce concípies in útero, et páries fílium, et vocábis nomen ejus Jesum. Hic erit magnus, et Fílius Altíssimi vocábitur, et dabit illi Dóminus Deus sedem David patris ejus: et regnábit in domo Jacob in ætérnum, et regni ejus non erit finis.» Dixit autem María ad Angelum: «Quómodo fiet istud, quóniam virum non cognósco?» Et respóndens Angelus, dixit ei: «Spíritus Sanctus supervéniet in te, et virtus Altíssimi obumbrábit tibi. Ideóque et quod nascétur ex te Sanctum vocábitur Fílius Dei. Et ecce Elísabeth cognáta tua, et ipsa concépit fílium in senectúte sua: et hic mensis sextus est illi, quæ vocátur stérilis: qui non erit impossíble apud Deum omne verbum.» Dixit autem María: «Ecce ancílla Dómini, fiat mihi secúndum verbum tuum.» | LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS. En aquel tiempo: Envió Dios al ángel Gabriel a Nazaret, ciudad de Galilea, a una Virgen desposada con un varón llamado José, de la casa de David; y el nombre de la Virgen era María. Y habiendo entrado el ángel donde ella, dijo: Dios te salve, llena de gracia: el Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Al oír estas palabras, la Virgen se turbó, y se puso a considerar qué significaría semejante saludo. Mas el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios. Sabe que concebirás en tu seno, y darás a luz un Hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Este será grande, y será llamado el Hijo del Altísimo; y le dará el Señor Dios el trono de David su padre; y reinará en la casa de Jacob para siempre; y su reino no tendrá fin. Pero María dijo al Ángel: ¿Cómo será eso, pues yo no conozco varón? El Ángel respondió y le dijo: El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra: por lo cual el santo que de ti nacerá será llamado Hijo de Dios. Y sabe que Isabel, tu parienta, ha concebido también un hijo en su vejez: y la que se llamaba estéril se halla en el sexto mes: porque nada es imposible para Dios. Entonces María dijo: He aquí la esclava del Señor: hágase en mí según tu palabra. |
OFERTORIO Lc 1, 28.42.
AVE MARÍA, grátia plena: Dóminus tecum: benedícta tu in muliéribus et benedíctus fructus ventris tui. | DIOS TE SALVE, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre. |
SECRETA
TUA, DÓMINE, propitiatióne, et beátæ Maríæ semper Vírginis intercessióne, ad perpétuam atque præséntem hæc oblátio nobis profíciat prosperitátem et pacem. Per Dóminum. | HAZ, SEÑOR, que nos aproveche esta oblación para que, por tu gracia y por la intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, logremos la dicha y la paz, así en esta vida como en la otra. Por nuestro Señor. |
PREFACIO DE LA SANTÍSIMA VIRGEN
VERE DIGNUM et justum est, aequum et salutare, nos tibi semper, et ubique gratias agere: Domine sancte, Pater omnipotens, aeterne Deus: Et te in Festivitate beátae Maríae semper Virginis collaudárae, benedícere et praedicáre. Quae et Unigénitum tuum Sancti Spíritus obumbratióne concépit: et virginitátis glória permanénte, lumen aeternum mundo effúdit, Jesum Christum Dóminum nostrum. Per quem Majestátem tuam laudant Angeli, adórant Dominatiónes, tremunt Potestátes, Caeli, caelorúnque Virtútes, ac beáta Séraphim, sócia exsultatióne concélebrant. Cum quibus et nostras voces, ut admítti júbeas deprecámur, súpplici confessióne dicéntes: | VERDADERAMENTE es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias en todo tiempo y lugar, Señor Santo, Padre todopoderoso y eterno Dios. Y el alabarte, bendecirte y glorificarte en la fiesta de la bienaventurada siempre Virgen María, que, habiendo concebido a tu único Hijo por virtud del Espíritu Santo, dio a luz, conservando siempre la gloria de su virginidad, a la Luz eterna, Jesucristo nuestro Señor. Por quien los Ángeles alaban a tu Majestad, las Dominaciones la adoran, y las Potestades la temen. Los Cielos y las Virtudes de los cielos, y los bienaventurados Serafines celebran juntos tu gloria transportados de mutuo regocijo. Haz, Señor, que unamos nuestras voces con las suyas diciéndote con humilde confesión: |
COMUNIÓN
BEÁTA víscera Maríæ Vírginis, quæ portavérunt ætérni Patris Fílium. | BENDITAS las entrañas de la Virgen María, que llevaron al Hijo del Eterno Padre. |
POSTCOMUNIÓN
SUMPTIS, Dómine, salútis nostræ subsídiis: da, quǽsumus, beátæ Maríæ semper Vírginis patrocíniis nos úbique prótegi; in cujus veneratióne hæc tuæ obtúlimus majestáti. Per Dominum. | HABIENDO recibido la sagrada prenda de nuestra salvación, otórganos, Señor, que merezcamos ser amparados en todo lugar y tiempo con la protección de la bienaventurada siempre Virgen María, en cuyo obsequio te hemos ofrecido estos dones. Por nuestro Señor… |
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