domingo, 10 de mayo de 2020

CUARTO DOMINGO DESPUÉS DE PASCUA




Introito
Cantad al Señor un cántico nuevo, aleluya; porque el Señor ha hecho maravillas, aleluya; y ha hecho brillar su justicia ante las naciones, aleluya, aleluya. Salvóse por su propia mano y por su santo brazo.

Colecta
Oh Dios, que unes las almas de los fieles como en una sola voluntad: concede a tu pueblo la gracia de amar lo que mandas, y de desear lo que prometes; a fin de que, en medio de los vaivenes de las cosas humanas tengamos fijos nuestros corazones allí donde están los verdaderos goces. Por Jesucristo Nuestro Señor.

Epístola.
(Del Apóstol Santiago (I, 17-21):

Carísimos: Toda dádiva preciosa y todo don perfecto de arriba viene, como que desciende del Padre de las luces, en quien no es posible cambio de parecer ni asomo de veleidad. Porque libre y voluntariamente nos ha Él engendrado con la palabra de la verdad para que seamos como primicias de sus nuevas criaturas. Bien lo sabéis vosotros, hermanos míos muy queridos. Por lo tanto, sea todo hombre pronto para escuchar, pero tardo para hablar, y refrenado en la ira. Porque la ira del hombre no se aviene con la justicia de Dios. Por lo cual, repudiando toda inmundicia y exceso vicioso, recibid con docilidad, la divina palabra que ha sido como ingerida en vosotros, y que es la que puede salvar vuestras almas.

Aleluya.
Aleluya, Aleluya, la diestra del Señor ha hecho alarde de fortaleza; la diestra del Señor me ha ensalzado.

Aleluya.
Aleluya, Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere; la muerte ya no tendrá dominio sobre Él, Aleluya.

Evangelio
(San Juan, XVI, 5-14):

En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos: Yo me voy a Aquel que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas? Mas porque les he dicho estas cosas vuestro corazón se ha llenado de tristeza. Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya, porque sino me fuere, no vendrá a vosotros el Consolador; mas si me fuere, yo os lo enviaré. Y cuando venga, argüirá al mundo de pecado, de justicia, y de juicio. De pecado, porque no han creído en mí, de justicia, porque yo me voy al Padre, y ya no me veréis, y de juicio, porque el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado. Aún tengo otras muchas cosas que deciros; más por ahora, no podéis soportarlas. Cuando empero, venga aquel Espíritu de verdad, Él os enseñará toda la verdad. Porque no hablará de por sí, sino que dirá las cosas que haya oído, y os anunciará las venideras. Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará .

Ofertorio.
Alabad con jubilo a Dios, hombres todos de la tierra, cantad salmos a su nombre: Venid y oid todos los que teméis a Dios, cuanto el Señor ha hecho a mi alma.

Secreta.
Oh Dios, que por la sagrada recepción de este Sacrificio nos has hecho participes de tu soberana divinidad: Danos la gracia de que, así como hemos conocido tu verdad la sigamos también prácticamente con nuestra buena conducta. Por J.N.S.

PREFACIO DE PASCUA

Dícese desde el Sábado Santo hasta la Vigilia de la Ascensión inclusive, salvo en las Fiestas que tengan un prefacio propio. En la Noche de Pascuase dice: in hac potíssimum nocte(en esta noche). Desde el Domingo dePascua hasta el Sábado in Albis inclusive, dícese: in hac potissimum die (en este día);  posteriormente: in hoc potíssimum (en este tiempo).

Latín
Vere dignum et justum est,æquum et salutare, Te quidem,Domine, omni tempore, sed in hac potissimum die (vel in hoc potissimum) gloriosus prædicare,cum Pascha nostrum immolatus est Christus. Ipse enim verus est
Agnus, qui abstulit peccata mundi.Qui mortem nostram moriendo destruxit, et vitam resurgendo reparavit. Et ideo cum Angelis et Archangelis, cum Thronis et Dominationibus, cumque omni militia cælestisexercitus, hymnum gloriæ tuæ.

Castellano
En verdad es digno y justo, equitativo y saludable, que entodo tiempo, Señor, te alabemos pero principalmente con mayor magnificencia en este día (en este tiempo) glorioso en que Jesucristo, nuestra Pascua, fue inmolado. Porque Él es el verdadero Cordero que ha quitado los pecados del mundo. El cual, muriendo, destruyó nuestra muerte, y resucitando, reparó nuestra, vida.Y, por eso, nos unimos con los Ángeles y Arcángeles, con losTronos y las Dominaciones, y con toda la milicia del ejército celestial cantando el himno de tu gloria, diciendo sin cesar:

Comunión.
Cuando viniere el Espíritu consolador, argüirá al mundo de pecado, de justicia, y de juicio, Aleluya, Aleluya.

Poscomunión.
Asístenos Señor, Dios Nuestro, a fin de que, en virtud del Sacramento que con fe hemos recibido, seamos purificados de nuestras culpas y puestos al abrigo de todos los peligros, Por J.N.S

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Sede Vacante desde 1958

Sede Vacante desde 1958